Carlos Jesús González – Si hace diez años alguien le hubiese preguntado a Lino Santacruz Moctezuma (Ciudad de México, 1966) si entre sus planes a futuro se encontraba la opción de incursionar en el mercado editorial, lo más probable es que su respuesta habría sido negativa.

Sin embargo, y a partir de una serie de factores que él mismo nos expondrá en la siguiente conversación, apenas el pasado 10 de noviembre Santacruz se dio cita con amigos y medios de comunicación en la Academia de las Artes de Berlín (Akademie der Künste) para anunciar la creación de Álamos, la editorial que fundó en Alemania, así como para presentar las dos primeras publicaciones que se han realizado bajo su sello: El Tornillo, novela de Robin Jahnke, con ilustraciones de Felix Pestemer, y Potslom, colección de cuentos indígenas de varios autores de México, con ilustraciones de Manuel Cabrera.

Pese al sinfín de dificultades a las que se enfrentó para que este proyecto se concretara, Santacruz asegura que ahora, y visto a la distancia, se ha dado cuenta de que el esfuerzo ha valido la pena. Al decir esto hay en sus palabras, en sus gestos, la amabilidad y deferencia propias de aquellos que saben escuchar y respetar la opinión del otro. Ello no es fortuito, pues aunque hoy día ya no ocupa un cargo diplomático, Santacruz dedicó a dicha profesión una buena parte de su vida y esa experiencia continúa influyendo en él de distintas maneras, incluida la decisión de generar una editorial: “aposté por este proyecto porque creo en la necesidad de compartir valores. Éste es un granito de arena ínfimo que pretende crear puentes de comunicación entre los pueblos. Eso sí, me tuve que comprometer a fondo, lo que significó no sólo confiar en lo que hacía pese a que las circunstancias que giraban alrededor del proyecto hubiesen cambiado, sino también el ser congruente con la manera en la que pienso y tratar de ir más allá de las coyunturas políticas. Éstas últimas borran muchas cosas que son fundamentales. En pocas palabras, lo urgente no deja tiempo para lo importante.”

Y así, sin más, se dio inicio a la siguiente charla:

CAI: ¿Cómo fue que se gestó este proyecto?

Lino Santacruz: Se gestó hace dos años y medio, cuando la entonces Embajadora de México en Alemania, Patricia Espinosa, me invitó a participar con un proyecto para el Año Dual entre México y Alemania. Se iba a crear un comité para la promoción y demás. Al final no se hizo nada de esto pero a mí me sirvió como excusa para pensar qué hacer.

CAI: ¿Por qué en un principio se te encargó a ti dicho proyecto?

Lino Santacruz: Porque había trabajado casi doce años al servicio de esta relación bilateral en particular. Por lo mismo me gustaba el hecho de hacer algo dedicado a nuestros dos países. Se me ocurrió entonces crear un libro que representara a México en Alemania y otro que representara a Alemania en México. Para tal efecto formaría un equipo formado por alemanes y otro por mexicanos o gente que hablara español.

CAI: ¿Y cuál fue el resultado?

Lino Santacruz: Dos libros muy distintos que forman parte del mismo proyecto, simétricos pese a sus diferencias. Aquí en Alemania comisioné al escritor alemán Robin Jahnke a que escribiera una novela, la cual por cierto es la primera que escribe, y para las ilustraciones de la misma contamos con el trabajo de Felix Pestemer. Así pude matar dos pájaros de un tiro: presento a un escritor novel pero además con un texto que tiene como objetivo mostrar a México cómo es la Alemania contemporánea. Le pedí a Robin que su novela fuera respetuosa y retratase a la sociedad alemana de hoy día. Por fortuna, Robin resultó ser un colaborador fantástico. Es una novela corta que cumple con el intento de crear puentes entre las dos sociedades, espacios de reflexión donde se traten temas que se encuentren más allá de las coyunturas políticas. Que brinden material para, de ser posible, generar sentimientos de integración a nivel global. Siendo yo un internacionalista, son conceptos importantes para mí: el respeto, la tolerancia, la apertura. Hoy quizá más que nunca.

CAI: ¿Qué título tiene el libro?

Lino Santacruz: El original es Die Schraube, que traducido al español sería El Tornillo. Hay dos libros, en realidad, porque lo estamos publicando en ambos idiomas. Y además sacamos también un audiolibro, en alemán, el cual lee un actor fantástico llamado Christian Gaul.

CAI: ¿Por qué elegiste al escritor Robin Jahnke?

Lino Santacruz: A Jahnke lo conocí a través de Felix (Pestemer), quien hace las ilustraciones. Él hizo en 2013 una exposición en el Museo de Arte Popular en México que yo co-patrociné. Ya había tratado de hacer otro proyecto con ambos y allí descubrí el talento de Jahnke, quien trabajó muchos años como guionista de programas infantiles. Quizá a partir de eso tiene una manera de escribir directa y muy visual que a mí me parece atractiva.

CAI: ¿Qué reacciones ha habido hasta la fecha alrededor de este libro?

Lino Santacruz: Aquí en Alemania presentamos ambos proyectos apenas el pasado 10 de noviembre. Hasta ahora ha recibido críticas muy positivas, digamos que ha aterrizado muy bien.

CAI: ¿Y qué me puedes decir de Potsdom, el libro que presenta a México en Alemania?

Lino Santacruz: Es la contraparte, y físicamente también es muy distinto a El Tornillo. Potsdom fue para mí en su momento un proyecto más difícil de definir. Al principio yo tenía la libertad de elegir a un solo escritor mexicano y eso me angustiaba. Estuve yendo a muchas librerías y me di cuenta había novelas violentas en su mayoría, que pintaban una realidad que indudablemente existe en nuestro país pero que no representaban lo que yo estaba buscando. Como ya dije, siempre quise que el proyecto fuera más allá de la coyuntura política y que además retratara algo que fuera, sobre todo, esencial. Conversando sobre esto con quien fuera mi maestra, Carmen Gómez Mont, quien lleva muchos años trabajando el tema de nuevas tecnologías y grupos indígenas, surgió la idea de que en lugar de pedir una novela por encargo buscara algo interesante relacionado con los pueblos indígenas.

CAI: Y así fue…

Lino Santacruz: Sí, se me abrió una puerta que no había considerado. Las lenguas originarias no sólo presentan a México en Alemania sino también presentan a México para nosotros mismos, muestran a México una parte del país que le es desconocida. Conseguimos doce cuentos. Son once autores diferentes en nueve lenguas originarias distintas. Todos los cuentos fueron creados expresamente para el libro. Esto último era muy importante, pues generalmente cuando pensamos en literatura indígena evocamos textos antiguos. Yo lo que quería demostrar con este libro es que las lenguas originarias están vivas y además los autores poseen la calidad necesaria para ser publicados. Retratan a un México rural en el siglo XXI. Para mí en lo personal fueron un gran descubrimiento.

CAI: ¿Te entregaron los cuentos en su idioma original?

Lino Santacruz: En sus lenguas originarias traducidos al español. Tuvo lugar una mancuerna entre Carmen Gómez Mont, que fue coordinadora del proyecto, y un co-coordinador del mismo, el señor Genaro Bautista Gabriel, quien es promotor de las causas de los pueblos originarios de México. Gracias a esa dinámica pude tener acceso a los cuentos.

CAI: ¿Los relatos tienen cierto hilo conductor?

Lino Santacruz: En realidad no. Yo sólo les pedí unos cuentos. Sabía que era difícil obtenerlos pero lo logramos. Y el resultado final me parece fantástico. En el libro aparecen en lengua originaria y traducidos al alemán, al español y al inglés.

CAI: ¿Y por qué ese título: Potslom?

Lino Santacruz: Tengo que decir que este proceso fue especialmente complicado. Llevábamos mucho retraso con el proyecto y justo cuando me estaba empezando a desesperar me llegó un correo electrónico con el cuento Potslom. Lo leí, me encantó, y decidí que así se llamaría el libro. Además Potslom y Potsdam, la capital de Brandenburgo, suenan parecido. Es curioso, pues, que una palabra maya tsotsil posea una forma fonéticamente similar al alemán. Además es un título inequívoco que funciona en los cuatro idiomas.

CAI: Y es así que Editorial Álamos es fundada…

Lino Santacruz: Fue un efecto colateral del proyecto. Hubo apoyos concretos pero al final me quedé solo con él. Estoy muy orgulloso de los equipos de trabajo que logré conjuntar y me siento satisfecho de haber establecido la editorial para que los libros vieran la luz.

CAI: ¿Cómo estás vendiendo y distribuyendo los libros?

Lino Santacruz: Las tres grandes distribuidoras alemanas no negocian con pequeños editores. Uno necesita entrar al círculo de los intermediarios y éstos no suelen arriesgarse con autores nuevos debido a los riesgos comerciales que conlleva. Después encontré a un intermediario en Baviera y yo estaba feliz por ello pero luego su empresa quebró poco tiempo antes de que se imprimiera el libro. Lo vi como una señal y decidí que lo mejor era distribuirlo a través de la plataforma Amazon, en Europa a través de Amazon Alemania y allí estamos. Pretendo abrir una cuenta el año que viene para Amazon México y Norteamérica. Y si los libros tienen algo de éxito, estoy abierto a venderlos posteriormente a través de librerías también. Además planeo realizar varias lecturas el año próximo en diversas ciudades alemanas.

CAI: Entonces este lanzamiento no es oficialmente parte del Año Dual…

Lino Santacruz: No oficialmente porque no hubo financiación más allá de la mía. Sin embargo, yo me encargué de escribir en cada libro que el proyecto había sido comisionado por la editorial como motivo de la celebración del Año Dual. Digamos que oficialmente no forma parte de él pero sí lo hace de manera indirecta. A la presentación vino gente de la Embajada y estoy agradecido con el gesto.

CAI: ¿Qué esperas conseguir con esto?

Lino Santacruz: Estoy consciente de que difícilmente obtendré una recompensa económica. No me haré rico con estos libros. Mi apuesta va porque la gente se dé cuenta de que hay proyectos multilingües y cuidados, que abren puertas. Por fortuna, ya tengo proyectos nuevos para la editorial. En el proyecto original se propusieron tres libros, así que todavía falta uno más que en principio quedaría terminado para 2017. Otra gente está además interesada en que les publiquemos sus libros, lo cual me halaga y me ilusiona mucho.

CAI: ¿Qué tiraje hubo de los productos?

Lino Santacruz: Cuatro mil en total. Mil de Potslom, mil de Die Schraube, mil de El Tornillo y mil copias CD del audiolibro. Digamos que es un tiraje mediano, manejable.